Amorphis vuelve de las Aguas Silenciosas

 

 

 

1. Weaving The Incantation

2. A Servant

3. Silent Waters

4. Towards And Against

5. I Of Crimson Blood

6. Her Alone

7. Enigma

8. Shaman

9. The White Swan

10. Black River

11. Sign (yapa)

 

Pasó casi un año desde la salida de este material y recién ahora me puse a escucharlo y usando términos futbolísticos tengo que decir que me dejó en “posición adelantada”.

No esperaba escuchar tan tremendo disco de Amorphis después de los bajones que se mandaron con “Am Universum” y “Far From The Sun” que a muchos nos hicieron perder toda esperanza de volver a escuchar a la banda en sus mejores momentos con “Tales From The Thousand Lakes” y “Elegy”, incluso “Tuonela” que aunque demasiado blandito resultó un disco muy bien hechito.

Empecemos pues revisando este “Silent Waters”.

El primer tema “Weaving The Encantation” se me hizo un temazo. El sonido es muy familiar, me recuerda a algún tema de “Tuonela” aunque las voces guturales le dan un poco más de poder y fuerza. Ni hablar de esos melancólicos y alucinantes coros. 

La intensidad no baja con el siguiente tema “A Servant”, otra gran canción que sigue sonando a “Tuonela” y tal como pasara con el primer tema las voces guturales le dan poder y aquí el solo de guitarra a la mitad del tema se lleva todos los aplausos: corto pero muy emocionante, sin quitarle el mérito a ese magnífico teclado de fondo. Trae recuerdos del genial “On Rich And Poor” del “Elegy”.

Le siguió “Silent Waters” que le dá título a la obra y aquí baja un poco la intensidad quizás por la ausencia de las voces guturales que pareciera lo hace así de suave. Aún así resulta una muy buena canción y hay que ponerle atención al agradable sonido del piano que acompaña al tema.

Los siguientes temas “Towards And Against” y “I Of Crimson Blood” van en la misma línea aunque este último se lleva la flor por la intro, una vez más con aquel agradable sonido del piano que también acompaña al tema en lo posterior.

Aunque no son malas, “Her Alone” y “Enigma” me aburrieron un poco. Este último suena a “My Kantele” del “Elegy” y resulta un buen tema con una interesante historia aparentemente sacada de la literatura finlandesa.

“Shaman” engaña un poco pues parece la continuación de “Enigma”. Sin embargo después de escuchar la intro, pareciera que volviera la rabia de los dos primeros temas y termina siendo una obra maestra, sin duda la mejor canción de este disco. No podría explicar la forma genial con la que ejecutan esa parte instrumental en la mitad de la canción que luego se engancha con la melodía del principio. No hay palabras, hay que escucharla y leerla pues aquí se cuenta otra historia sacada de la literatura fantástica. Un golazo si usamos términos futbolísticos y después de esto hay que irnos y cerrar el estadio pues no hay nada más que ver... o escuchar.

Pero aún queda “The White Swan”, el tema que aparentemente inspiró la tapa del disco y cuya melodía casi me hace derramar unas cuantas lágrimas pues suena bastante triste y melancólica al principio aunque al rato se siente como una cachetada pues vuelven las voces guturales que no le restan el hecho de ser el tema más “sentimental” si se quiere.

Y todo termina con “Black River” (otro tema que casi me hace dormir) y “Sign” que hace que uno salte y reaccione pues aquí sí que vuelve el poder de la parte inicial del disco haciendo de este otro temazo, una gran canción que me hizo recordar a “The Castaway” del “Tales…” y que por suerte vino de yapa en el disco que escuché pues en otras ediciones no viene incluída por tratarse de un “bonus track”.

Este disco está entre bueno y excelente: MUY BUENO y aunque salió en 2007, en un año estaré recordando con nostalgia las cosas que pasaron mientras escuchaba a estos Amorphis. La Premier de Batman (The Dark Night) y las travesuras del Guasón por ejemplo.

 

ALINEACION DE AMORPHIS PARA “THE SILENT WATERS”:

 

Santeri Kallio (Teclado)

Esa Holopaninen (Guitarra)

Niclas Etelävuori (Bajo)

Tomi Koivusaari (Guitarra)

Tomi Joutsen (Voz)

Jan Rechberger (Batería)

 

Las gracias a Iver “Chento” Mendoza, bajista de Acedia por hacerme llegar el disco.